Ellos son Carolina y Krisner, nos visitan desde Quevedo y desde el año pasado su vida cambió completamente.
Krisner, nació con síndrome de Down, pero eso no le impedía tener una vida plena, inclusive su padecimiento cardiológico lo tenía controlado. Un día, después de tener constantes fiebres y vómitos, colapsó y sus padres lo transportaron a Guayaquil, donde podría recibir mejor atención médica. Fue ahí donde confirmaron su peor sospecha, se trataba de una leucemia aguda.
Con apenas 2 años le ha tocado empezar una dura lucha por su vida, pero junto a su mamita y familia, podrá contra toda adversidad. En la Casa Ronald lo hemos recibido con los brazos abiertos y estamos felices de poder acompañarlo en su tratamiento médico.